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SEMINARIO
CINE

Rollos de película
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Detectives

Sir Alfred Hitchcock, un british hasta las cachas, no era nada partidario de adaptar al cine las novelas detectivescas clásicas, conocidas como whodunit, que ejemplifican el objetivo de esos relatos, descubrir al culpable, a quién cometió el crimen. Prefería los relatos en el que el escalofrío, de ahí la expresión thriller, el suspense narrativo, los meandros de complicaciones psicológicas fueran más importantes que saber quién cometió el crimen. El género detectivesco, al que se le han encontrado los más diversos antecedentes, como el Zadig de Voltaire, echó a andar en pleno siglo XIX, como un ejemplo más del positivismo, del cientifismo, del racionalismo y, en clara contradicción con éste, con los epígonos del romanticismo. El caballero Dupin, obra del genio de Edgar Allan Poe, con El misterio de la Morgue, abrió la espita del detective solitario de impecable lógica, misántropo, vencedor de policías rutinarios, mago invencible de los retos que plantean crímenes imposibles.

Su heredero natural, Sherlock Holmes, junto con su inseparable Dr. Watson, creados genialmente por la fértil mente de Conan Doyle, elevaron el arte de la inducción, tanto más que la deducción, como demostró Umberto Eco, a la máxima categoría literaria, creando unos tipos que, como en el caso de Don Quijote, adquirieron una vida propia ya para siempre.

Luego vinieron Poirot, Miss Marple, Lord Peter Wimsey, los doctores Thorndyke y Fell, y tanti tutti.

Hacia los años 20 la situación social de los Estados Unidos oscilaba entre la euforia liberadora, consecuencia del final de la horrible Primera Guerra Mundial, y el caos económico y social que provocó el crack del 29, lo que unido a la equivocada Ley Volstead, la ley seca, originó la tormenta perfecta de corrupción policial y política, desencanto social, crisis de instituciones, pobreza, drogas y desestabilización moral. Sobre ese cóctel explosivo surgió en revistas populares como Black Mask, la novela negra, el noir, calificativo cortesía de la crítica francesa, que luego se transformaría en el vademécum del cine negro.

El gran maestro de este giro esencial de la novela de detectives fue Dashiell Hammett, ex detective de la Agencia Pinkerton, de ideas liberales y progresistas, tan estoico como austero, los diálogos, exactos, definen la acción y la leve trama como un bisturí que autopsia asimismo a los personajes. La profunda admiración que sentía Raymond Chandler, un norteamericano muy inglés, por Hammett y sus novelas, La llave de cristal, El Hombre delgado, Cosecha Roja, El Halcón maltés, le hizo describir aquel giro literario, afirmando que Hammett había arrojado el vaso veneciano de los elegantes detectives victorianos al arroyo de la corrupción del ser humano. El propio Chandler fue más allá, aunque su Philip Marlowe retiene no pocas cosas de un caballero artúrico, y con El sueño eterno, El largo adiós o Adiós, Muñeca, radiografió esa veta de corrupción personal y social, esa inversión de valores, el dinero lo puede todo, el crimen es solo el final del silogismo de una sociedad enferma.

En este ciclo sobre Detectives de Cine nos vamos a centrar, sobre todo, en la evolución que el cine ha seguido respecto de la tradición más clásica del nobel art de la detección. Por ello lo abrimos con Mr. Holmes, una mirada secreta, íntima, rodada con sutileza y sensibilidad por Bill Condon, sobre el corazón del solitario Sherlock que, en la vejez meditativa de su retiro entre abejas en los Downs del sur costero de Inglaterra, reflexiona sobre cómo lo humano se sobrepone siempre a la más implacable lógica. Ian McKellen compone un  Sherlock, muy creíble y conmovedor, en su desamparo emocional.

A 23 pasos de Baker Street, filmada con clásica precisión por Henry Hathaway en un espléndido cinemascope, retomamos el desafío de ver sin ver, pues un dramaturgo ciego debe resolver un acuciante misterio, en medio de un Londres siempre neblinoso e inquietante, que afecta a una conspiración criminal escuchada solo a retazos en un pub.

Finalmente Un crimen por hora es un inesperado John Ford que, nuevamente en Londres, sigue minuciosamente, con humos y complicidad, las tareas cotidianas de un detective de Scotland Yard, el inspector Gideon , tan perspicaz como profundamente humano.

Pero no seríamos justos si no concluyéramos nuestro periplo detectivesco con una excursión al cine negro inspirado en las novelas y personajes de Chandler y, en especial, el inolvidable Marlowe. Adiós, Muñeca, en manos de un Dirk Richards en estado de gracia, recrea evocadoramente L. A. en los 40, con ex boxeadores tan tronados como enamorados, hermosas mujeres, digamos que Charlotte Rampling, gente del hampa, jazz, baladas y un Robert Mitchum que encaja como un guante en el mito Marlowe.

Y si damos algunos pasos más en el declinante siglo XX, Robert Benton, un cineasta culto, clásico, revisita a un heredero de Marlowe, el vitalmente destartalado Harry Ross, en una suerte de inconfesada secuela de El largo adiós. El pasado, los crímenes de la pasión, la cercana muerte, unen inextricablemente a Harry y a los Ames, en un mortal juego de fintas, mentiras, pecados, amistad, amor y pasiones. Paul Newman, Susan Sarandon, Gene Hackman es un trío ganador para esa partida del pasado con el presente, que cuenta, además, con dos alfiles de lujo, los veteranos James Garner y Stockard Channing.

SESIONES

Jueves 1 de Junio 17:00 horas CLÁSICO Mr. Holmes, Bill Condon, 2015

Jueves 8 de Junio 17:00 horas A 23 pasos de Baker StreetHenry Hathaway, 1956  

 

Jueves 22 de Junio 17:00 horas Un crimen por hora, John Ford, 1958  

 

Jueves 29 de Junio 17:00 horas (una de las 2 películas)

NOIR Adiós muñeca, 1975                                              

NEO NOIR  Al caer el sol, 1998

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Eduardo Torres-Dulce Lifante

Crítico de Cine

JUEVES

17:00 horas - Proyección de la película

19:00 horas - Intervención del profesor

 4 sesiones: 1,8,22 Y 29 de Junio 2023

Duración Total del Curso: 12 horas

Precio Socio:110 euros

Precio:150 euros

Posibilidad de asistir a Sesiones Individuales

1 Sesión Socio:30 euros

1 Sesión:40 euros

 

Modalidad Presencial

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